Las empresas son la segunda organización humana más grande del mundo, después de las familias. Establece los cimientos desde los que se construyen empresas y organizaciones socialmente responsables. Conectamos con esta disciplina de la filosofía para que el cuidado de la vida esté en el centro de nuestras acciones y decisiones. ¿Qué es la ética? La ética es un conjunto de normas morales que rigen la conducta de una persona en cualquier ámbito de la vida. Es esa parte de la filosofía nos habla de los valores y de cómo se aplican. La ética fundamenta lo que debemos hacer para que las personas sean respetadas en su dignidad y las organizaciones logren sus objetivos, contribuyendo a su bienestar y al conjunto de la sociedad. Además de atraer a más personas y profesionales, la ética genera confianza en clientes, proveedores y alianzas. ¿Cuáles son los valores y principios que garantizan que las personas y las organizaciones que ellas integran produzcan el mayor bienestar y disminuyan sus impactos negativos? ¿Qué actitudes y manifestaciones de energía contribuyen a la regeneración social y ambiental? Las organizaciones son una red dinámica de conversaciones. Por lo tanto, a la hora de hablar de ética en la organización volvemos a hacer foco en el tipo de conversaciones que están surgiendo entre las personas colaboradoras y la disponibilidad a la escucha. ¿Cuidamos los espacios de comunicación? La mirada del triple impacto pone el foco organizacional en el bienestar de las personas y los ecosistemas. Desde lo humano, introduce el valor de la dignidad que se construye en base al respeto y las conversaciones. La ética de dignidad se nutre a través de una comunicación empática, donde la escucha y los silencios se ven nutridos por el intercambio con otras personas a través de conversaciones sin imposiciones. Para conexiones dignas hace falta abrirse a la escucha y la voluntad humana que nos permita estar disponibles a lo emergente. Queda atrás el viejo paradigma en el que los estándares del éxito se basaban en lo económico, lo que excluía a muchas personas. Se hace necesario un cambio que reconozca el fallo en el sistema y desarrolle alternativas posibles. Pero; ¿de qué hablamos cuando hablamos de paradigmas? Cuando hablamos de paradigma, hablamos de una situación, hecho o creencia que actúa e influye sobre mi comportamiento pero no se ve. Hemos sido formados bajo muchos paradigmas, entre ellos el de la acumulación, el poder y el éxito que creó las condiciones que nos hacen peligrar hoy, por lo tanto tenemos que buscar nuevas formas; crear otro paradigma. A la hora de plantear nuevos paradigmas, el filósofo colombiano Bernardo Toro, propone la ética del cuidado, como un nuevo modo de ser en el mundo y lo hace bajo la advertencia de que “aprendemos a cuidar o perecemos”. Para el filósofo, la forma de salir del riesgo en el que estamos se basa en los siguientes puntos: -Saber cuidar -Generar transacciones ganar ganar -Las buenas conversaciones -El respeto y la hospitalidad. La convivencia de personas en una organización, al igual que la naturaleza, es posible sólo en un sistema de cooperación. En una red en la que es imprescindible cuidar las conversaciones, cuidar de las demás personas y cuidar de nosotros mismos, ya que la ética también recuerda la maestría de cuidar sin descuidarse. Recomendamos la charla Ted de Bernardo Toro "El cuidado no es una opción. Aprendemos a cuidar o perecemos" Cuando amamos cuidamos y cuando cuidamos amamos (...) el cuidado constituye la categoría central del nuevo paradigma de civilización que trata de emerger en todo el mundo…el cuidado asume una doble función de prevención de daños futuros y regeneración de daños pasados… (Leonardo Boff) ¿Estamos propiciando espacios de conversación que habiliten el surgimiento de formas nuevas? A la hora de comunicarnos con los grupos de interés; ¿Estamos aportando para que emerjan las soluciones colectivas? La ética también está en la transparencia de una comunicación, basada en el diálogo con los grupos de interés: colaboradores, clientes, proveedores y otros. Desde la dimensión de la comunicación interna: se trabaja en los objetivos, vivir y sentir los valores de la organización. La ciudadanía está cada vez más receptiva y atenta a la información que comparten las empresas y la toman en cuenta a la hora de adquirir productos o servicios. A nivel organizacional y empresarial es de gran importancia:
-Generar documentos escritos que hagan tangibles y formalicen las temáticas que hacen a la cultura empresarial. -Trabajar en los valores y dejarlos por escrito en un documento formal para su cuidado y cumplimiento (a través de políticas, códigos de valores, códigos de ética, entre otros). -Contar con mecanismos definidos de denuncia y su tratamiento. Más allá de la comprensión de los principios básicos de la ética empresarial, es relevante comprender cómo se aplican dichas ideas al día a día y en su práctica cotidiana. Un futuro diferente es posible a través de empresas que se comunican de forma transparente y que son comprometidas con el desarrollo sustentable de su entorno.
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