Compartimos reflexiones e información relevante de una charla entre Ivana Calcagno, nuestra asesora y referente en temas legales y Ximena Varón.A principios de año, a pocos días de adoptar nuestra nueva forma jurídica (Gemma es ahora SAS y Empresa BIC) recibimos la respuesta de B Lab y nuestra tercera certificación como Empresa B. Con gran orgullo nos convertimos en la primera empresa B en Uruguay en ser empieza BIC. A raíz de esa comunicación, muchas personas se acercaron con consultas y dudas sobre cómo transitar ese proceso hacia convertirse en una empresa de Beneficio e Interés colectivo. Por eso generamos una charla entre Ivana Calcagno, referente legal de Gemma y Ximena Varón, nuestra directora comercial. En esta nota hablamos de las Empresas de beneficio e interés colectivo con gratitud por el camino transitado y el deseo de que cada vez seamos más empresas BIC en Uruguay y el mundo. ![]() ¿Cómo llega la ley BIC a Uruguay? En 2017 inició un proceso impulsado por el liderazgo femenino y las 3 P “Profesionalismo, perseverancia y paciencia. Tras 4 años de maduración y conexión con la legislación sentida finalmente se aprobó la ley. El equipo legal está compuesto por las Dras. Natalia Hughes, Patricia Di Bello, Magdalena Pereira, Soledad Capurro e Ivana Calcagno. ¿Qué son las empresas BIC? Las empresas BIC son las empresas de Beneficio e Interés Colectivo que buscan crear e identificar un nuevo modelo de negocios desde la mirada del triple impacto, lo que implica un cambio de paradigma que nos invita a cuestionarnos cuál es el impacto social y ambiental de lo que hacemos. ¿Qué compromisos asumen las empresas BIC? 1. Se comprometen a tener un propósito con una mirada de triple impacto. Cuando hablamos de un propósito, hablamos de las actividades que la empresa va a trabajar. Y las actividades tienen que estar claras. Tiene que ser un propósito medible y exigible, concreto y que se pueda reportar. 2. Se comprometen a un vínculo legal. Es decir, la formalización de ese vínculo tiene que estar en el estatuto. Este requisito amplía los deberes fiduciarios ya que al momento de tomar decisiones o de omitir resoluciones tienen que estar basadas en esta triple identidad. ¿Cómo es su impacto social? ¿Cómo es su impacto ambiental? 3. Reporte y transparencia: las empresas se comprometen a reportar su impacto de forma anual. ¿Cómo fuimos cumpliendo los compromisos que asumimos? Como empresa deben compartir aquello que lograron y aquello que no lograron y esta información tiene que ser pública. Se requiere hacer una declaración jurada, y un reporte que viene establecido por la reglamentación. Dicho reporte cuenta con exigencias en el contenido a publicar pero no en la forma, ni en el formato. Y esto va con la declaración jurada de una persona responsable de la empresa que se compromete a la veracidad de la publicación. A la hora de visualizar esa publicación, una opción es la de transitar la herramienta B. Cuando hablamos de transitar porque no es necesario certificar sino transitar la herramienta y crear la narrativa para comunicar ese impacto. Hasta el momento la forma del reporte y la narrativa para comunicar esos indicadores depende de cada empresa. Lo relevante es el reconocimiento público que refleja que hay una alternativa y da cuenta de aquellas empresas que están haciendo las cosas de forma distinta. ¿Cómo se interrelacionarse el mundo de las empresas B con las BIC ¿Todas las empresas tienen que ser B? El movimiento legislativo Nace de sistema B y es imposible pensar en las BIC sin pensar en las B. Tienen muchos puntos en común pero se diferencian en los mecanismos para acceder a ellos. B es una certificación privada, que requiere un proceso específico que está controlada por esta asociación mientras que las empresas BIC salen de lo privado a la esfera pública. Por otra parte, las empresas BIC no requieren de ningún sello ni tienen costo (las empresas B tienen un fee anual). A partir de ahora las Empresas B de Sistema B Uruguay deberán cumplir el requisito de ser empresas BIC para certificar y re certificar. ¿Cómo, cuándo y cuánto? El tiempo del proceso depende del tipo societario. De si la empresa está naciendo con esta estructura o si ese movimiento es parte de su transformación. También hay un factor cultural y la convicción de las personas que integran el directorio de la empresa. Si la mayoría de las personas que lo integran está convencida y encaminada a su propósito el cambio es muy rápido. Esa intención tiene que estar encausada y ya llevada a la práctica y si eso está encaminado el trámite es simple ![]() En cuanto a los costos asociados, Ivana sostiene que cualquier movimiento y transformación de una empresa tiene un costo asociado, pero hay que verlo desde la perspectiva de los beneficios asociados a largo plazo ya que la creación de un camino alternativo nos va a dar grandes ganancias. Tarde o temprano esto va a empezar a traccionar con beneficios. Está pasando en otros países que el propio sistema está empezando a pedir que surjan beneficios. Por ejemplo en Colombia se toman en consideración para las compras públicas el que sean de proveedores de empresas BIC. Tiene una ventaja competitiva que ofrece oportunidades y posicionamiento, ya que hablamos de un lenguaje común con empresas de todo el mundo y eso es un diferencial a la hora de presentarse a licitaciones. Ivana citó a su socia; Natalia Hugues que siempre ejemplifica diciendo que en estas empresas podrían ser accionistas George Soros, María Teresa de Calcuta y Greenpeace. Hacia ese lugar van las empresas de triple impacto y la ley BIC ofrece un acompañamiento jurídico para el mundo que está cambiando y lo necesita. Las normas salen de la sociedad y la sociedad lo está pidiendo. Una nueva forma de transmitir las decisiones empresariales. Agradecemos a Ivana por la claridad en su explicación y por ser parte de ese grupo legal que impulsó esta ley que hoy nos beneficia a todas y todos.
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